: Karma.


Nombre*:José Miguel Romero Espitia.
Género*:Ficción.
Título*:Karma.
:Tocar guitarra es lo que mejor hago, y todos tocan guitarra mejor que yo, ligero, esbelto, el aire rosaba las notas de mi "unplugged" antes de siquiera salir a la calle. Ligero, esbelto siempre ando, con el pelo sobre la cara, con un estereotipo flamante y estético, me dicen Pintor, vivo por mí música, y vivo de música ajena. Trazando en la arena el color marrón, pues es una ciudad costosa, es traviesa y corrosiva, es el inútil agua lo que impide a la sal vivir en el aire como física y prematura reiteración sincera. Son mis más agradables disculpas hacia ti, inocente canción que cantas a tu vida con voz prestada, pues el tiempo no perdona.

Mi odio por aquellos que no entienden el significado de "orden de llegada", por aquellos que expresan lo que saben y lo hacen público, que si les dicen "underground" piensan en un videojuego. Ese odio es el que alberga mi expresionista-abstracto pensamiento, que pocas veces entiendo, que por más cavilaciones y retroalimentaciones dudosas de un eterno retorno que genere, pocas veces abastece mi cuadriculadamente creativa remembranza.

Soy anónimo, soy el Karma, ya no me acuerdo de mi código simbólico manipulado, la vida es cómica y se la toman enserio, es una tragicomedia desmedida, pues termina con la muerte y con la ignorancia.


Uno se decepciona fácilmente, uno pierde el gusto por el desencanto, por lo mismo que los grandes pierden la vida y los pobres pierden el miedo. Mi decepción me llevo a romper el mundo en dos, somos el Karma, matamos asesinos y violamos violadores, la justicia de carne, de ojos de sangre y gafas oscuras que cubren lágrimas de presión.

Vamos creciendo y crecemos rápido, a casi todos les encanta la venganza, la sucia y de doble filo, en una estética desequilibrada. La estética no se encierra en el arte, es más que eso, es lo que produce gozo en una época específica, cómo admiro al arte, y cómo desprecio la estética.

Entre más uno piensa que alguien es diferente a los demás más descubre su parecido con todos, el mundo es mi única decepción, es del único que yo esperaba algo, y fue él quién me convirtió en lo que soy, y soy detestable.

Soy Karma y fuego, retozón y caliente, siempre llego al que me merece. No hagan nada y salgan tranquilos con su familia a la calle, hagan daño y no se sorprendan cuando llegue.



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