: El día en que murió el arte. PARTE I: ESTABAMOS SOLOS, EL MUNDO NOS HABÍA

Nombre*:José Miguel Romero Espitia
Género*:Desvarios
Título*:El día en que murió el arte. PARTE I: ESTABAMOS SOLOS, EL MUNDO NOS HABÍA OLVIDADO.
Cuento:
Los artistas no podemos pensar en orden, alternados, oscilantes, no podemos más que ser una simple función que tiende al infinito, al crudo vaivén que nos aclara la memoria, los colores, los aromas, los cuentos, las novelas, las armonías, hospedadas aquí, las mejores, en este museo, el museo de los artistas perdidos, admirados, reconocidos, pero perdidos, perdidos, olvidados, olvídense de nosotros de una vez por todas doble moralistas del país mudo, sordo, fugitivo, vago, vengan a asesinarnos, sin capacidad, capacidad perdida, sólo nos tenemos a nosotros para defender lo indefendible, perder lo que hace siglos no tenemos.

Empezaron a matar el arte, los artistas desaparecían, con lo abstracto, nuestro mundo abstracto, pues lo abstracto insinuaba la pérdida de un orden, de sus estándares, colores, cigarros baratos, muertes, disipadas, inevitables, alguien por fin dudo, yo dude, roto, roto y quebrado, mudo, sordo, fugitivo, vago, dudamos, no fue suficiente, me comprendieron, empezaron a pensar, nos comprendieron y empezaron, pensar, empezaron, locura, la mente pensante es la conceptual locura actual, no les convenía que pensáramos, nos comenzaron a asesinar, asesinaban nuestras letras, colores, cigarros baratos, muertes, disipadas, inevitables, nuestros colores, cigarros baratos, yo dude, y los que me leían comenzaron a dudar, a unirse, la gente nos seguía, la gente nos escuchaba, creyeron entender lo inentendible, lo inexplicable, pero las palabras, el arma más sutil y hermosa de todas (duele admitirlo), tristes, sigilosas, formales, arremetieron, mejor que nadie, mejor que yo, mejor que el mundo, más fuerte, arremetieron a decirles qué pensar, divagar, concluir, dudar, rituales del entendimiento humano, rituales, eran malos,
malignos, brutales, ya no pensaban, ya no piensan, no les conviene, no les convenía, nos detienen, sigilosos, con cigarros finos y trago, trago, trago del curita, trago del senador formal y bailante, solos nos caímos, y solos nos estamos levantando, mierda, Laurita, la Laurita de Carlos, la Laurita con la que habló antes de suicidarse, la imaginaria, la matriz inconsistente, la división indefinida, la que cuestionó mi locura, la que lo hizo cuestionar y en su imaginación, no más que su imaginación, callada pero no muda, y él sordo pero la oía, la oía y la muerte, qué triste muerte, los dos grandes, los dos genios, eran gotas de tinta en un mundo de papel, invisibles, de los mejores, valuados, muertos, muertos y olvidados, vago, sordo, fugitivo, vago, azul, del azul triste y del oscuro muerte, en su blues, en su jazz, vago e incomprendido.

-Estás cada vez más callada, te detuviste, te ausentaste, me enseñaste que el tiempo era de colores y que el espacio era una irreal coincidencia. Me adulaste, te enterneciste y luego te abriste, te marchaste, me destruiste y me quebraste, sin preguntarlo, sin rencor, sin arrepentimiento.

-Sonríe, pendejo, no eras más que risas, no eras más que eso, la noche, profunda, profunda, comprendida y comprimida en ocho o nueve horitas, relajada, siempre estará ahí, conmigo o sin mí, con la humanidad o sin ella, siempre será callada, aquí, donde todo es ruido ¿Te acuerdas de todo eso? Las tardes con jazz y las noches con sexo puro o las noches de vómito y marihuana donde Paco, Paco, Paco, el Paco que te llevó al hospital en tus sobredosis, Paco, Paco, el único que se pudo revolcar en la mierda en que te habías convertido, ese Paco.

-No me hables de Paco, princesa burda, ángel podrido, no me hables de quien intentó asesinar mis sentimientos, mis ideales, mis creenc…

-Tus imbecilidades, tus estupideces, no eran más que eso, huevonadas con las que salías cuando no tenías más cartas que escribirme, más historias que contarme. Te resguardabas en tus "ideales" sin creer siquiera en ellos, sin tener las certezas, certezas, certezas…

-Detente ya, matriz inconsistente, división indefinida, incoherencia literaria, detente que no te aguanto, rompiste mis esperanzas, mi alma, mis formalidades, eres inteligible e incontenible, eres fugaz y exasperante, es más, márchate de mi mente, lárgate de mi pensamiento, mujer imaginaria… imaginaria, irreal, muerta, muerta y estaré contigo, matriz, ángel burdo, división rutinaria, formal, olvidada, espérame, espérame que aún te amo, espérame que llegaré allá pronto, más pronto de lo que te imaginas, vete, imaginaria, irreal, muerta, muerta, vete ya, yo te sigo, yo te sigo que aún te amo.

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