Publica Tu Cuento: Los asesinos de estrellas


Nombre*:Ronnie Camacho Barrón
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Género*:Terror
Título*:Los asesinos de estrellas
Cuento*:
Los asesinos de estrellas

Por décadas. la idea del primer contacto de la raza humana con una especie alienígena despertó la imaginación de millones de personas alrededor del mundo, existiendo centenares de películas, libros y hasta debates acerca del tema.

Algunos veían con fascinación la idea de esta interacción, pensando que podría ser la solución para todos los problemas que asolaban nuestro planeta, mientras que otros la veían con temor, pues consideraban que, si una civilización más avanzada llegaba a entrar en contacto con nosotros, sería todo menos pacifica, sí que tenían razón.

Hace veinte años, fuimos invadidos por un espécimen de la raza Tzitzstar, seres cósmicos capaces de recorrer el espacio sin necesidad de vehículos y poseedores de poderes electromagnéticos tan potentes, que, no solo arruinaban cualquier equipo electrónico en cien kilómetros a la redonda, sino que también, podía freír el sistema neurológico de cualquier persona que se encontrase en su rango.

La creatura arrasó con la mitad de Estados Unidos antes de que una coalición internacional accediera atacarle con bombas de antimateria, logrando desestabilizar su núcleo estelar y matándola de una vez por todas.

Creímos que la pesadilla había terminado, pero entonces recibimos las últimas imágenes que el telescopio espacial Hubble pudo captar, antes de ser destruido por el alienígena durante su entrada a la atmósfera.

Él no estaba solo, seis individuos más de su especie se encontraban atravesando el sistema de Andrómeda con dirección a la Tierra.

Aterrada por lo que vio, la humanidad combinó todos sus esfuerzos en un intento por frenar su avance y aunque las bombas antimateria lograron demostrar su eficiencia, lanzarlas desde tierra al espacio profundo era prácticamente imposible.

La falta de gravedad afectaba por completo la trayectoria del lanzamiento, frustrados por aquello, la siguiente opción era enviar drones no tripulados cargados con ojivas de antimateria, programados para impactarse en contra de los extraterrestres.

Por desgracia, de nueva cuenta el plan falló, pues la tecnología de punta que utilizaban los drones para guiarse no era ajena a los campos electromagnéticos que emanaban los Tzitzstar, activando sus bombas y destruyéndose a cientos de kilómetros antes de impactar con ellos.

Decididos a darle fin a esta amenaza, la humanidad recurrió a una medida desesperada, llegando a la conclusión de que, si por separado las máquinas y los hombres eran incapaces de hacerles frente, quizás unidos tendrían una oportunidad.

Dando inicio al proyecto "Asesinos de estrellas", una operación que buscaba crear humanos con cuerpos tecnológicamente modificados, capaces de resistir los viajes interplanetarios para darle muerte a los alienígenas.

En el hipotético caso de lograr crearlos, el siguiente paso del plan consistía en trasladar a estos ciborgs guerreros hasta las lunas de Júpiter, donde armados con jabalinas de titanio cargadas con bombas comprimidas de antimateria, aprovecharían la nueva fuerza y precisión milimétrica que les ofrecían sus cuerpos. para arrogarlas desde la superficie de los satélites, sin verse afectados por los campos emanados por los Tzitzstar.

Fueron cientos de miles de personas las que se ofrecieron voluntarias al programa, siendo un total de cuatro, los únicos que lograron resistir el procedimiento y demostrar ser lo suficientemente capaces de aprovechar al cien por ciento sus nuevas habilidades.

Habiendo obtenido los soldados, la siguiente fase del programa entró en acción y nuestros héroes tecno biológicos emprendieron el viaje a las lunas.

A pesar de tener seis años en aquel entonces, aún recuerdo claramente como el mundo se paralizó cuando llegó el momento de que los asesinos de estrellas llevarán a cabo su misión.

Casi perdí el aliento cuando vi como cada uno de ellos levantaron sus pesados proyectiles como si de livianas plumas se tratasen, para luego arrojarlas con todas sus fuerzas hacia el cosmos.

Todos sabíamos que era imposible que las satélites pudieran grabar el impacto de las jabalinas en los Tzitzstar, pero también teníamos claro que la prueba de su éxito sería fácilmente distinguible, así que tomado de la mano de madre salimos al patio de nuestra casa y desde la sombra de un árbol, con asombro, observamos los destellos azules de las explosiones de antimateria que aun estando a millones de kilómetros, iluminaron los cielos del mundo.

La alegría se apoderó del planeta y aunque a lo largo de los años se han presentado nuevos intentos de los Tzitzstar por llegar a la Tierra, nuestros centinelas interplanetarios han logrado repelerlos, solo hay un problema.

Las baterías nucleares que mantienen vivos a los asesinos de estrellas, se han deteriorado con el paso de las décadas, siendo que tres de ellos han terminado desactivándose.
Por primera vez en veinte años la humanidad vuelve a estar en alerta roja, es por eso que me uní al programa de reclutamiento, no sé si lograré soportar el proceso de transformación en ciborg, pero estoy dispuesto a dar la vida por mi planeta.

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