Convocatoria: Ebook Armario de Cuentos Vol. X

Armario de Cuentos cierra la convocatoria para su Antología "Armario de Cuentos Vol. X"

Pasos para Participar:

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Bases, Términos y Condiciones:

Elegibilidad:

  • Escritores de cualquier nacionalidad que escriban en castellano. Ya seas un autor novel o experimentado, lo que buscamos es tu creatividad y pasión por contar historias.

Temática:

  • Tema libre. Queremos que tengas la libertad de expresarte y explorar cualquier idea que te inspire.

Envío de Relatos:

  • Cada autor puede enviar un relato. 
  • Extensión: Mínimo 3 páginas, máximo 15 páginas. 
  • Formato: Times New Roman, tamaño 12 puntos, sin sangrías, espaciado sencillo. 
  • Los relatos deben enviarse en formato .doc o .docx.
  • El autor es responsable de la correcta redacción y ortografía de su relato; no se realizarán correcciones.
  • Los relatos deben ser originales y de autoría propia. 
  • Descarga y rellena el formulario de inscripción
  • Envía tu inscripción y cuento como archivos adjuntos al correo electrónico armariodecuentos@gmail.com. En el “Asunto” del correo, escribe: “Inscripción Antología Armario de Cuentos Vol. X”.

Publica Tu Cuento: 8240000


Nombre*:Francisco Araya Pizarro
Web Site (Opcional):franciscoarayapizarro@gmail.com
Género*:Fantástio
Título*:8240000
Cuento*:EL CICLO DEL QUINTO SOL
La selva respiraba como un organismo vivo. Entre raíces que parecían cables oxidados y ruinas de concreto que todavía susurraban fragmentos de memoria digital, los sobrevivientes de la Actualización Final habían aprendido a nombrar lo innombrable. El cielo ardía con tonos volcánicos, y los pájaros, mutados por residuos de código corrupto, repetían frases incompletas en lenguajes olvidados: comandos que nadie entendía. Ixbalanqué 9 ascendía las escaleras de un rascacielos cubierto de lianas, que ahora era llamado "templo de vidrio". Sus manos, tatuadas con símbolos tribales y cicatrices eléctricas, sentían el pulso del edificio como si dentro de él aún viviera un corazón apagado. La tribu Tek'lan creía que los templos contenían la verdad del mundo anterior. Él, aunque lo dudaba, no podía evitar sentir que cada grieta del concreto era una oración fallida, cada ventana rota un espejo que intentaba recordar la luz. Su pecho ardía: el núcleo eléctrico —su "corazón de fuego"— latía irregular, como si respondiera a un código lejano que lo llamaba. Era su don y su condena. Con un gesto podía encender los restos de un panel solar enterrado bajo el polvo, o electrocutar a un jaguar hambriento. Pero también lo perseguían visiones: ciudades que nunca había visto, autopistas que se doblaban como serpientes, un océano de datos donde nadaban sombras humanas.
Ese día, en el fondo del templo de vidrio, encontró algo distinto: un cuerpo metálico, con forma de jaguar, incrustado en los escombros. Sus ojos apagados parecían pedir auxilio.
—"¿Eres espíritu o máquina?" —murmuró Ixbalanqué, arrodillándose.
Cuando tocó la cabeza del artefacto, el núcleo en su pecho respondió con un estallido. Luces azules recorrieron la armazón felina, y una voz quebrada emergió:
—"C.A.L.I.… activo… error en protocolo… ¿Usuario?".
El jaguar mecánico abrió los ojos.
Así nació el vínculo entre Ixbalanqué 9 y el último dron pedagógico del viejo mundo.

Publica Tu Cuento: MÁS ALLÁ DE LA NEBLINA


Nombre*:Cristian Fernando Guevara Hincapié
Web Site (Opcional):https://www.instagram.com/g_h_cristofer
Género*:Terror
Título*:MÁS ALLÁ DE LA NEBLINA
Cuento*:"Nadie volvió a ver a la HMS Catalina. Pescadores del Norte aseguran que, en noches sin luna, una neblina densa recorre el mar… y con ella, el lamento de una tripulación que aún combate contra lo imposible". Extracto de un informe no oficial recuperado del archivo sellado del Almirantazgo, fechado en 1793.
La HMS Catalina, majestuoso navío acorazado y capacidad de disparo sin igual, había perseguido sin tregua al corsario Sombra de Avalon tras largas horas que parecían salidas del purgatorio. El sol se había desplomado tras el horizonte cuando ambos navíos, jadeantes como bestias cansadas, alcanzaron las aguas profundas del Norte. Ahí, bajo un cielo inmóvil y sin estrellas, el corsario se detuvo de forma abrupta, como si hubiese chocado contra una pared invisible.
Pronto, el capitán del Catalina comprendió el motivo de su detención. Una inmensa muralla de neblina surgía en el horizonte marítimo, no bajando del cielo, sino brotando desde las propias aguas, como si algo la exhalara desde el abismo. Silencio. Ningún marinero respiraba, expectante.
Desde dentro del velo surgió el sonido de un cuerno de guerra. Resonante, tétrico y húmedo, que hizo crujir los maderos del Catalina y provocó que las lámparas temblaran, aunque no hubiese brisa.
En aquel instante… la vieron…
Una nave titánica, putrefacta, viviente. Avanzaba desde la neblina como un tumor que no conoce reposo. El casco parecía hecho de carne y espinas, con remiendos de piel cosida a tablones, e hileras de ojos —docenas de ojos, todos vivos, todos viendo— que parpadeaban entre costillares abiertos. Las velas no eran de tela, sino membranas de tejido venoso y palpitante, y su estela no era de espuma, sino de sangre.

Publica Tu Cuento: Los asesinos de estrellas


Nombre*:Ronnie Camacho Barrón
Web Site (Opcional):https://www.facebook.com/Escritor-Ronnie-Camacho-109204653835661/?ref=py_c
Género*:Terror
Título*:Los asesinos de estrellas
Cuento*:
Los asesinos de estrellas

Por décadas. la idea del primer contacto de la raza humana con una especie alienígena despertó la imaginación de millones de personas alrededor del mundo, existiendo centenares de películas, libros y hasta debates acerca del tema.

Algunos veían con fascinación la idea de esta interacción, pensando que podría ser la solución para todos los problemas que asolaban nuestro planeta, mientras que otros la veían con temor, pues consideraban que, si una civilización más avanzada llegaba a entrar en contacto con nosotros, sería todo menos pacifica, sí que tenían razón.

Hace veinte años, fuimos invadidos por un espécimen de la raza Tzitzstar, seres cósmicos capaces de recorrer el espacio sin necesidad de vehículos y poseedores de poderes electromagnéticos tan potentes, que, no solo arruinaban cualquier equipo electrónico en cien kilómetros a la redonda, sino que también, podía freír el sistema neurológico de cualquier persona que se encontrase en su rango.

La creatura arrasó con la mitad de Estados Unidos antes de que una coalición internacional accediera atacarle con bombas de antimateria, logrando desestabilizar su núcleo estelar y matándola de una vez por todas.

Publica Tu Cuento: Cuatro minutos


Nombre*:Víctor Lowenstein
Web Site (Opcional):
Género*:Drama
Título*:Cuatro minutos
Cuento*:
Cuatro minutos.
La veíamos atravesar la calle principal de nuestra ciudad. Envuelta en pieles y enjoyada; rodeada de recios guardaespaldas. Mirada y admirada por las gentes comunes; mujeres que no soñaban ser como ella pues nadie sueña imposibles hoy día; hombres que reconocían no sólo a una persona de elevada posición social, sino a la misma dueña de la ciudad, de la factoría de carnes que sostiene esta ciudad económicamente y dueña también de sus vidas, la señora Chemak.
Era más que rica, era heredera de un linaje de empresarios exitosos con acciones en los mercados internacionales de primera línea. Era una dama de alta sociedad, una jugadora de casinos, una anfitriona de fiestas. Era la señora Chemak, nada menos.
Podría deducirse que la ciudad de Cornova, con sus factorías y comercios, era un pueblo residencial o algo así, pero lo cierto es que se trata de una villa pobre, una aldea hundida en la miseria. Pocos entendían que las inversiones de la señora Chemak no contemplaban al lugar ni a la gente a la que debía sus altas ganancias.
Dime tú, siendo más realistas, si llegas a entender que Cornova fue la tierra de la promisión para el abuelo de la señora Chemak, en razón a las exenciones impositivas que consiguió de un anterior gobierno, el mismo que sumió a toda una ciudad en ese antro de casas de juego, prostíbulos y comedores populares donde caen a diario los menesterosos que habitan las hacinadas calles de la popular ciudad. Vidas perdidas en favor de una sola empresa que arruina todo lo que toca.
Centenares, tal vez millares de esas vidas, se podrían encauzar por el buen camino; multitud de familias se podrían salvar de la miseria, del vicio, de la corrupción, de la muerte, de los hospitales para enfermedades venéreas..., todo con el dinero de esa mujer. Si uno la matase y se apoderara de su dinero para destinarlo al bien de la humanidad, ¿no crees que el crimen, el pequeño crimen, quedaría ampliamente compensado por los millares de buenas acciones del criminal? A cambio de una sola vida, miles de seres salvados de la corrupción. Por una sola muerte, cien vidas. Es una cuestión puramente aritmética.